Descubre el poder de combinar narrativa e imágenes para lograr un cambio

Por: Carlos Robertho Pérez Silva

La gestión del cambio en una persona u organización debe comenzar explicando de forma clara el porqué de éste.

Tal concepto ya lo expuso Simon Sinek en su modelo del “Círculo de Oro” o “Cómo los grandes líderes inspiran la acción”.

Sin embargo, el verdadero arte está en cómo explicamos estos argumentos.

Piénsalo -nos pasa tanto en la vida personal como profesional-: no empezamos a hacer algo, a hacer algo diferente o a dejar de hacerlo sino hasta que aquello que nos piden nos hace sentido. Entonces comienza lo bueno.

Si la iniciativa de cambio parte de ti, o tú eres el encargado de solicitarla, tendrás que exponer tus argumentos. Para ello te quiero compartir una técnica efectiva:

Tu solicitud de cambio tendrá una narrativa, guion o pitch que habrás elaborado, pero ahora deberás agregar imágenes o símbolos que acompañen tu discurso.

Éstos serían gráficos que pueden estar en una ilustración, o que puedes mostrar y describir al momento de exponer tus argumentos, para fijarlos en la mente de tu público objetivo.

A continuación te compartiré algunos ejemplos.

Ilustrar el cambio

Hace años, un banco quería que sus colaboradores se sintieran orgullosos de tener la red de cajeros más grande del país.

Para ello se dibujó, dentro de una ilustración que representaba la estrategia, modelo o cambio a realizar, un edificio en forma de cajero.

La ilustración despertaba la curiosidad de quien la veía, y hacía que se preguntara si lo que pensaba era en realidad lo que la empresa deseaba transmitir.

Este juego generaba mayor recordación y compromiso, ya que el mismo colaborador objetivo era quien iba descifrando la historia.

En otro proyecto, se ilustró la fachada de una institución que regulaba la sustentabilidad ecológica. Era un edificio que estaba en Europa, pero que era del conocimiento común del colectivo. Al verlo, todos sabían el concepto que se quería reforzar.

En este caso, ver imágenes de su día a día o referencia laboral les generaba entusiasmo. Y cuando ellos debían transmitir este mensaje, les era mucho más fácil explicarlo.

El poder de las imágenes

Ahora me remito a algunos libros que podrían ser comunes para ti y para mí, y que han usado los simbolismos para fijar conceptos en nosotros.

Por ejemplo, quien haya leído El Principito tiene en su mente aquella rosa que representa lo que amamos. O cada quién imagina cómo es el hogar de Dorothy en Kansas cuando lee El Mago de Oz.

Estas imágenes sin duda nos ayudan a comprender mejor estos libros y a aprender algún concepto de forma más simple.

Llevando esto a las empresas, es un reto común lograr que los colaboradores se sumen a las iniciativas de la organización. Siempre están en búsqueda de cómo hacerlo de forma efectiva.

Sin duda una excelente fórmula para ello es una representación gráfica acompañada de una narrativa potente. Esta puede ser realizada en cascada por los líderes o por un equipo de la empresa representativo de aquello que se desea transmitir.

Si deseas saber más sobre cómo hacerlo te recomiendo el libro “El arte del compromiso” de Jim Haudan.

Narrativa visual

La combinación de ilustración más narrativa (Learning Map) se comparte en sesiones cortas que recomiendo aderezarlas con gamificación, donde se esclarezcan todos los motivos del cambio y se den las primeras pistas de cómo comenzar a realizarlo.

Es importante que en esta historia que compartas digas qué se desea, qué soportes existen o existirán para lograrlo y lo que esperas en cada uno.

Los detalles de cómo se hará el cambio se comunican mediante una ruta de aprendizaje que muestra su aplicación en proyectos o roles concretos. Esta acción es una excelente plataforma para el lanzamiento de iniciativas y un detonador positivo del cambio.

Ejemplo de Learning Map sobre la ruta de aprendizaje.

He tenido experiencias donde la gente, después de varios años, recuerda y se entusiasma de las historias e imágenes compartidas en estas sesiones.

Finalizo esta colaboración compartiéndote las siguientes tácticas para tu implementación:

  1. claro y concreto en el cambio que deseas realizar.
  2. Analiza si hay una analogía que pueda facilitar la explicación de este cambio y utiliza los símbolos más representativos de esta.
  3. Si vas a utilizar una ilustración asegúrate que el 90% de lo que coloques tenga un significado, si no quítalo, no queremos una ilustración tipo ¿Dónde está Wally? En este sentido, menos es más.
  4. Puedes utilizar estos símbolos como parte de la campaña de comunicación o para recrear al aula donde se lleva a cabo la sesión.

Te invito a empezar a integrar imágenes mediante ilustraciones o en tu narrativa. De esta manera podrás confirmar su efectividad y ver incluso cómo se vuelven parte de tu cultura organizacional.

Sobre el autor

Carlos Robertho Pérez Silva

Experto Invitado. Carlos tiene 10 años de experiencia en consultoría de marketing y aprendizaje, ha sido director técnico en Brasil y México, y recientemente desempeñaba un rol estratégico para una firma internacional. Ha colaborado para crear, definir y redefinir varias universidades corporativas, academias de ventas y programas de aprendizaje para empresas transnacionales. Tiene amplia experiencia en técnicas de gestión del cambio, gamificación, soporte tecnológico para el aprendizaje y desarrollo de modelos comerciales/operativos. 🌎


Fecha:
17 de julio de 2018

Categoría:
Herramientas


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